Un día como hoy, 14 de marzo, me siento feliz y tranquilo, porque al final de tantos años turbios, voy viendo mi luz interior, se va iluminando mi vida poco a poco, con cada paso diferente y con ganas que yo realice en mi día a día. Estoy viviendo una etapa tranquila en la cual no me puedo descuidar, sino más bien aprovechar cada ocasión, momento y oportunidad para ser una mejor persona, y llenarme de experiencias con las que pueda compartir con otros seres. No me preocupo por los inconvenientes que vayan a pasar, por más fuertes que sean, tengo que seguir y no rendirme, pues si uno no se esfuerza por uno mismo, nadie lo va a hacer, no es responsabilidad de otras personas, más que de uno mismo el seguir creciendo y no hablo de estatura o años…
